Trabaja tu core.
Una de las zonas más olvidadas por muchos corredores es la zona del core.
Esta zona comprende la musculatura abdominal, lumbar y glútea.
Decimos que es olvidada ya que muchos corredores no suelen hacer un trabajo específico de ella.
Todo lo que sea trabajo del core nos va a repercutir positivamente a la hora de correr.
Un core más fuerte hará que nuestra estabilidad mejore, y como resultado nuestra fuerza, y si ésta mejora también lo hará nuestra carrera. Correremos con menos esfuerzo.
Se evitan muchas lesiones, las cuales se pueden desencadenar en los pies y rodillas por descompensaciones en la cadera al no tener un core bien trabajado.
¿Te parecen suficientes estos dos grandes motivos?
A mi sí.
No olvides el trabajo de core en tus entrenamientos de carrera, lo ideal serían 2 días por semana.
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